Generalmente, y casi siempre (son expresiones muy parecidas jojo') me he considerado una persona belica, aha de las armas, no de belice (mamón..), y es que contrastante con mi animo de paz y amor, las guerras siempre me han llamado la atención, las armas, las estrategias, el coraje de los soldados en las batallas, en fin todo eso me causa hasta cierto punto un aire de paz y tranquilidad.....claro, como siempre, es lindo hasta que se vive la propia :S.
Y es que sin importar el lugar que te toque, la guerra tendrá la posibilidad de hacerte partícipe, por ejemplo; Es como estar en un excelente estadio en el que sin importar el boleto que pagues, tendrás un lugar único, privilegiado y capaz de hacerte vivir lo que en la batalla se desata; ver, ser visto, golpear, ser golpeado, caer en tus propias trampas, darte cuenta a tiempo de tu error, darte cuenta que estas muerto hace tiempo, en fin todo aquello dentro de una batalla digna del “pay per view”, que sin avisar puede hacerte perder segundos o años de tu vida en ella.
Las batallas pueden ser diversas, pueden ser metódicas, salvajes, indistintas, de tiempo limitado, o por conteo de caídos, pero todas tienen el mismo fin, ganar.
Hace más de 5 años que yo libraba la propia, en mi campo de batalla, con mis estrategias, mis espectadores y mis múltiples armas a escoger. Durante todo este tiempo, nunca vi la inmensidad de esta guerra, nunca vi en que momento pase de ser un soldado raso a general del primer batallón de infantería (fiiirmes yam' jaja saludos a los del servicio mElitar jeje’) y es que, aunque estuve presente en cada singular batalla (pocho style mija’), nunca medí y tal vez (solo tal vez) nunca anhelé de corazón el final de esta -y hasta hace unos pocos días me dí cuenta!!-, cuando sin más, me vi contando a mis caídos, buscando provisiones (donde sé ya no había por que yo mismo las había utilizado al calor de las contiendas) y fundiendo en la hoguera de piedra de mi corazón, las armas que ya no utilizare más (por el momento).
Después de tantas balaceras, unas cuantas treguas y dos que tres bajas en estos cinco años de zapotazos, solo pude decirme lo mismo, lo que le digo a todos aquellos que por infortunio llegan a consultarme…. “MAS VALE UN MAL ARREGLO, QUE UNA BUENA PELEA”.
En fin, solo puedo agradecerle a la vida eso, que aun le puedo agradecer cosas, y quedarme con lo aprendido de esta mi guerra….. a y que menos mal el gobierno de Obama esta muy ocupado haciendo “blues” y cocinando “fry chicken” en la casa blanca, y no intervino en este conflicto bélico-familiar.
Esta es la guerra más pesada, la que libras sin armas y sin motivo ante ningún enemigo…by YO
Saludos a la 32! ( o a cual era wey?? Jajaja.)
Y es que sin importar el lugar que te toque, la guerra tendrá la posibilidad de hacerte partícipe, por ejemplo; Es como estar en un excelente estadio en el que sin importar el boleto que pagues, tendrás un lugar único, privilegiado y capaz de hacerte vivir lo que en la batalla se desata; ver, ser visto, golpear, ser golpeado, caer en tus propias trampas, darte cuenta a tiempo de tu error, darte cuenta que estas muerto hace tiempo, en fin todo aquello dentro de una batalla digna del “pay per view”, que sin avisar puede hacerte perder segundos o años de tu vida en ella.
Las batallas pueden ser diversas, pueden ser metódicas, salvajes, indistintas, de tiempo limitado, o por conteo de caídos, pero todas tienen el mismo fin, ganar.
Hace más de 5 años que yo libraba la propia, en mi campo de batalla, con mis estrategias, mis espectadores y mis múltiples armas a escoger. Durante todo este tiempo, nunca vi la inmensidad de esta guerra, nunca vi en que momento pase de ser un soldado raso a general del primer batallón de infantería (fiiirmes yam' jaja saludos a los del servicio mElitar jeje’) y es que, aunque estuve presente en cada singular batalla (pocho style mija’), nunca medí y tal vez (solo tal vez) nunca anhelé de corazón el final de esta -y hasta hace unos pocos días me dí cuenta!!-, cuando sin más, me vi contando a mis caídos, buscando provisiones (donde sé ya no había por que yo mismo las había utilizado al calor de las contiendas) y fundiendo en la hoguera de piedra de mi corazón, las armas que ya no utilizare más (por el momento).
Después de tantas balaceras, unas cuantas treguas y dos que tres bajas en estos cinco años de zapotazos, solo pude decirme lo mismo, lo que le digo a todos aquellos que por infortunio llegan a consultarme…. “MAS VALE UN MAL ARREGLO, QUE UNA BUENA PELEA”.
En fin, solo puedo agradecerle a la vida eso, que aun le puedo agradecer cosas, y quedarme con lo aprendido de esta mi guerra….. a y que menos mal el gobierno de Obama esta muy ocupado haciendo “blues” y cocinando “fry chicken” en la casa blanca, y no intervino en este conflicto bélico-familiar.
Esta es la guerra más pesada, la que libras sin armas y sin motivo ante ningún enemigo…by YO
Saludos a la 32! ( o a cual era wey?? Jajaja.)
Comandante Jarquín.
Ese mi comandante Jarquín! Saludos desde frío frente!
ResponderEliminarAsi es la mismisima 32 jajaja
ResponderEliminarya te regalaré un libro pa que empiezes a tener nuevas provisiones... claro que el refrigerio pues ya sabes que en la casa hay cuando quieras jaja, tu por lo pronto vete franco, esta (singular) batalla, da signos de apagarse...
Oraleee ahi nos vemos en una sema... a huevo!!!
Jajaja me divirtio mucho esta entrada la neta :P... Juan ya te tengo chamba wey jaja ordenando los restos de la guerra :P.
ResponderEliminarGabo, ni pa navidad le caes?? como te fue con el pavo?? jeje
saludos carnales!
Nel wey! Navidad me voy a Roma con los morros. Luego me quedo allá mi semana de vacaciones. A Tijuana hasta por ahí del 20 de junio mas o menos wey! Para que vayas armando el reencuentro calamaresco! jaja
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